Imagina un mundo donde pudieras realizar tareas cotidianas, como programar citas, enviar mensajes o incluso gestionar tus finanzas, simplemente hablándole a una máquina. Este escenario, que antes parecía sacado de una película de ciencia ficción, ahora es una realidad gracias al auge de los asistentes virtuales. Alexa, Siri, el Asistente de Google y muchos otros se han vuelto comunes en millones de hogares y oficinas de todo el mundo.